La verdadera amistad
La amistad no puede ser plena y perfecta, sino entre quienes son plenos y tienen las mismas virtudes, sin abandonar nunca la misma voluntad y los mismos objetivos de vida.
La amistad no puede ser plena y perfecta, sino entre quienes son plenos y tienen las mismas virtudes, a quienes la misma voluntad y los mismos objetivos de vida no les permiten nunca, o raras veces, tener sentimientos distintos o diferir en los aspectos que conducen a la realización en la vida espiritual. Si han empezado con encendidas discusiones, de esas que llevan a la enemistad, está claro que nunca estuvieron unidos, de acuerdo a la norma que les mencioné anteriormente. Pero ya que nadie empieza inmediatamente desde la perfección, sino que antes debe poner los cimientos de ésta, no se pregunten tampoco ustedes cuál es su grandeza, sino cómo pueden alcanzarla. Por eso, pienso que es necesario abrirles un sendero, para que dirijan sus pasos a alcanzar fácilmente las bondades de la paciencia y de la paz.
(Traducido de: Sfântul Ioan Casian, Viața și învățătura lui, Editura Trinitas, Iași, 2002, p. 140)