La vida que viene después de la vida
Si alguien nos pregunta qué es la vida futura, podemos responder: es la continuación de la vida en esta tierra, en un mundo nuevo y en circunstancias completamente distintas.
La fe en la vida eterna es un dogma de la Iglesia Ortodoxa, comprendido en el duodécimo artículo del Credo: “Espero la resurrección de los muertos y la vida del siglo/mundo venidero”. Luego, si alguien nos pregunta qué es la vida futura, podemos responder: es la continuación de la vida en esta tierra, en un mundo nuevo y en circunstancias completamente distintas. La vida futura es la continuación del desarrollo moral y espiritual del hombre, pero en toda la eternidad, sea en el bien (la verdad), o en el mal (la mentira). Según haya vivido el hombre en este mundo, cerca o lejos de Dios, también, después de morir, su alma permanecerá con Dios y en Dios, o lejos de Él.
El alma pasa a las moradas eternas, llevando consigo todo lo que le pertenece: sus predisposiciones, sus malos hábitos, las pasiones que le son propias y en las que ha vivido. Nada de eso le abandonará en la vida que sigue al sepulcro. La vida eterna es la expresión de la inmortalidad que Dios le concedió al alma al insuflarle la existencia.
(Traducido de: Părintele Mitrofan, Viața repausaților noștri și viața noastră după moarte, Editura Credința strămoșească, Petru Vodă – Neamț, 2010, pp. 252-253)