Las mamás cristianas, ejemplo de santidad
Ellas son quienes se se han sacrificado día y noche, consolando a sus pequeños en su regazo, volviendo los ojos al ícono de la Madre del Señor al orar.
Las madres han sido y siguen siendo las cristianas que han contribuido a la formación de santos, cientificos y hombres de arte. Ellas son quienes han llenado las iglesias y monasterios de hombres y mujeres puros, de sacerdotes que ofician sin cesar la Divina Liturgia en todos aquellos santos lugares.
Ellas son quienes se se han sacrificado día y noche, consolando a sus pequeños en su regazo, volviendo los ojos al ícono de la Madre del Señor al orar, deificándolos y criándolos en este espíritu ortodoxo, tal como nuestro Cristianismo nació en un pobre pesebre en Belén, en la santa familia de la Virgen María y el justo José.
Ellas, las mamás, han sabido mantener todas nuestras bellas tradiciones, cantando dulcemente al oído del niño que se duerme, traduciendo el Evangelio en los cantos de nuestro pueblo.
(Traducido de: Fundaţia Justin Pârvu, Ne vorbeşte părintele Justin, Petru Vodă, 2011, p.136)