Palabras de espiritualidad

Lo que Cristo nos da, y lo que espera de nosotros

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

Translation and adaptation:

Digamos: “Señor, si así lo consideras oportuno, quítame, no solamente me des. ¡Puede que yo no sepa qué es lo mejor! ¡Pero Tú sí sabes qué es lo mejor para mí!”.

Cristo vino y trajo algo distinto al mundo. Él vino y dijo: “¿Te han dado una bofetada? ¡Ofrece tu otra mejilla! ¿Te ha ofendido tu hermano? ¡Repréndelo, no lo mates!”. Él vino y provocó una auténtica revolución. Por eso, lo que Él predicó no siempre nos parece lógico. ¿Por qué? Porque Él da, pero también pide.

El dio Su Sangre y espera nuestro pequeño esfuerzo: nuestra presencia en Su permanente sacrificio, la Divina Liturgia. Confiando en que desde hoy seremos agradecidos con Él, pidámosle a nuestro Buen Dios que nos conceda esas fuerzas, y digamos: “¡Te lo agradezco, Señor!”, no solamente: “¡Señor, dame!”.

Digamos: “Señor, si así lo consideras oportuno, quítame, no solamente me des. ¡Puede que yo no sepa qué es lo mejor! ¡Pero Tú sí sabes qué es lo mejor para mí!”.

(Traducido de: Părintele Nicolae TănaseSă nu-L răstignim iarăși pe Hristos, Editura Agaton, Făgăraș, 2011, p. 20)