Lo que la fe significa para el hombre
La fe no significa subjetivismo ni falta de testimonio. La fe no es un autoengaño para llegar a donde la mente no puede hacerlo.
La fe en Dios es una gran experiencia para el hombre; de hecho, podría decirse que es la más grande de todas. La fe abarca a todo nuestro ser y requiere toda nuestra energía espiritual. De hecho, demanda el ensanchamiento total de nuestro ser interior.
La fe no significa subjetivismo ni falta de testimonio. La fe no es un autoengaño para llegar a donde la mente no puede hacerlo. La fe es un estado moral en el que el conocimiento viene de la situación del hombre en la realidad concreta, en la vida, de manera que nada pueda interponerse ante él. La fe es el conocimiento, vía la experiencia, de un hecho, de una realidad. La fe es un acto libre porque es un acto vital y práctico, que aparece como consecuencia de normal de la naturaleza moral.
La fe le da estabilidad y sentido a la vida interior. El hombre de fe se mantiene alrededor de los valores permanentes; es bueno y también rico. Cuando alguna prueba le acomete, no se amilana, sino que crece. El hombre de fe se parece a los niños: ríe hasta que le brotan algunas lágrimas. Para él, las pruebas no son sino una razón más para la lucha y la alegría.
(Traducido de: Ernest Bernea, Îndemn la simplitate, Editura Anastasia, 1995, p. 75)