Lo que tengo que hacer con mi mente mientras oro
Con la “Oración de Jesús” intentamos mantenernos en contacto directo con Dios, y cualquier imagen podría terminar engañándonos, llevándonos a pensar sobre Dios.
¿Tengo que imaginarme a Cristo viéndome? ¿O tengo que mantener la mirada fija en Su ícono mientras oro?
—¡No! En este sentido, la Tradición es contundente: no tienes que imaginarte nada. No te valgas de tu imaginación. Mantén tu atención dirigida a Cristo, al encuentro directo con Él, sin crearte ninguna imagen en tu mente.
Sé que todo esto puede parecer contradictorio, porque vivimos rodeados de íconos. Pero los íconos son solamente un recuerdo de las realidades celestiales, no las realidades mismas. Por ejemplo, puedes tener una colección de fotografías con alguna personalidad a la que admiras mucho, pero, si tuvieras la posibilidad de encontrarte en persona con ella, no llevarías contigo todas esas imágenes para mirarlas mientras hablas con ella. Con la “Oración de Jesús” intentamos mantenernos en contacto directo con Dios, y cualquier imagen podría terminar engañándonos, llevándonos a pensar sobre Dios.
(Traducido de: Frederica Mathewes-Green, Rugăciunea lui Iisus. Călăuza inimii către Dumnezeu, Editura Doxologia, Iași, 2014, p. 88)