Palabras de espiritualidad

Los frutos de la humildad

    • Foto: Constantin Comici

      Foto: Constantin Comici

Translation and adaptation:

Valoremos todo esto, hermanos, y esforcémonos en la humildad. Si los demás nos desprecian, si se burlan de nosotros, si nos denigran, ¡soportemos todo con paciencia!

Así las cosas, la virtud de la humildad nos ofrece la honra más excelsa, tal como el Hijo de Dios se hizo humilde, para fundar Su Reino, haciéndose de millones y millones de servidores. Y tú, cristiano, ¿le temes a la humildad, pensando que con ella te estás deshonrando? Cuando te humilles a ti mismo, serás más grande y más honorable que los demás, cuando no busques el primer lugar en todo, cuando soportes voluntariamente las humillaciones, el sacrificio personal y las aflicciones, cuando te esmeres en servir a los demás, listo para actuar y sufrir por quien lo necesite.

Valoremos todo esto, hermanos, y esforcémonos en la humildad. Si los demás nos desprecian, si se burlan de nosotros, si nos denigran, ¡soportemos todo con paciencia! Porque no hay nada que nos enaltezca tanto, nada que nos haga tan dignos y tan grandes, como la virtud de la humildad. Si la hacemos parte importante de nuestra vida, participaremos de todas las bondades, por medio de la Gracia de nuestro Señor Jesucristo, a Quien junto con el Padre y el Espíritu Santo se debe todo honor, gloria y alabanza, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.

(Traducido de: Sfântul Ioan Gură de AurOmiliile la Postul Mare, Editura Anastasia, 1997)