Los niños deben acostumbrarse a asistir a la iglesia
Asistir a la iglesia debe ser una fiesta y, de ninguna manera, un suceso inusual. Para que no se convierta en algo fatigoso, los padres que asistan a la iglesia con sus pequeños, pueden quedarse tan sólo a una parte de la liturgia.
Los niños deben aprender a frecuentar la iglesia cada domingo y cada día festivo, comportándose adecuadamente en ella.
Asistir a la iglesia debe ser una fiesta y, de ninguna manera, un suceso inusual. Para que no se convierta en algo fatigoso, los padres que asistan a la iglesia con sus pequeños, pueden quedarse tan sólo a una parte de la liturgia. Por ejemplo, durante las Vísperas, pueden quedarse hasta el momento de la unción; si se trata de la Divina Liturgia, pueden venir un poco más tarde, cuando empieza la Liturgia de los Fieles, incrementando gradualmente el tiempo que se permanece en la iglesia.
Es bueno también que le expliquemos a los niños lo que representan los íconos, pero cuidando de no abrumarlos con demasiada información. Lo ideal es que ellos mismos nos hagan preguntas sobre los íconos, sobre los elementos de la iglesia y sobre los momentos de los oficios litúrgicos. Para obtener este resultado, lo mejor es atraerlos por medio de nuestros propios relatos. La forma en que un niño aprehende los significados de la oración y la importancia de la iglesia en la vida de las personas, depende mucho de la actitud de los padres en estos aspectos.
(Traducido de: Pr. Prof. Gleb Kaleda, Biserica din casă, traducere de Lucia Ciornea, Editura Sophia, București, 2006, pp. 65-66)