Palabras de espiritualidad

Los oficios litúrgicos y todo lo que representan para el cristiano

    • Foto. Silviu Cluci

      Foto. Silviu Cluci

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Uno de los pensamientos más recurrentes en mi corazón es que los oficios litúrgicos son como el susurro del Espíritu Santo.

Los oficios litúrgicos de nuestra Santa Iglesia son la cosa más importante, lo que mejor nos representa como cristianos ortodoxos. Los oficios litúrgicos constituyen la forma en que los cristianos se comprometen ante Dios; son el medio que Él utiliza para revelársenos y el modo en que damos testimonio de nuestra fe en Dios.

Los fieles deben saber que no son simples espectadores o asistentes a la Divina Liturgia, sino que son también servidores. Todo creyente que participe en los oficios litúrgicos debe saber que ha venido para servir, no a ver o escuchar, sino a hacer la Liturgia. En la iglesia no ofician solamente los prelados, los sacerdotes, los diáconos o los que cantan: todos los fieles que participan en la Liturgia la ofician. ¡Nuestros oficios litúrgicos son una Filocalia para todos!

Si asumimos los oficios litúrgicos como una Filocalia, aprenderemos de ellos cómo purificarnos, cómo iluminarmos y cómo perfeccionarnos, no solamente desde textos escritos, sino especialmente a partir de los textos vividos en los mismos oficios litúrgicos. Uno de los pensamientos más recurrentes en mi corazón es que los oficios litúrgicos son como el susurro del Espíritu Santo.

En nuestro monasterio había un sacerdote, el padre Serafín, quien contaba cómo, al visitar el Santo Monte Athos, acostumbrado como estaba a los oficios litúrgicos más bien breves del medio urbano, viendo cuánto se prolongaba la Divina Liturgia, se quejó con un monje: “¡Qué larga me pareció hoy la Liturgia!”. Asombrado por lo que acababa de oír, el monje le respondió: “¡Si hay algo extenso aquí es tu pereza!”.

(Traducido de: Arhimandritul Teofil Părăian, Veniţi de luaţi bucurie, Editura Teognost, Cluj-Napoca, 2001, pp. 143-144)