Palabras de espiritualidad

Los principales deberes de los padres para con sus hijos

    • Foto: Oana Nechifor

      Foto: Oana Nechifor

El primer deber de los padres es amar a sus hijos (Tito 2, 4). Los niños deben ser engendrados con amor y deseados por ambos padres, pero no por placer, pecando o por accidente.

¿Cuáles son los principales deberes de los padres para con sus hijos, de acuerdo a la Santa Escritura?

El primer deber de los padres es amar a sus hijos (Tito 2, 4). Los niños deben ser engendrados con amor y deseados por ambos padres, pero no por placer, pecando o por accidente.

El segundo deber de los padres es de enseñarle a sus hijos la ley divina (Deuteronomio 4, 9-10; 6, 7; Salmos 77, 5-7; Proverbios 22, 6; Efesios 6, 4, etc.). Los padres deben enseñarle a sus hijos la fe correcta y el temor de Dios (Génesis 18, 19; Salmos 33, 11;  Proverbios 1, 7). Tienen también la obligación de leerles los relatos maravillosos de Dios, contenidos en los santos libros (Éxodo 13, 14-15; Josué 4, 6; Salmos 43, 1).

Los padres también deben enseñarle a sus hijos la obediencia y la sumisión (Proverbios 4, 3-4; I Timoteo 3, 4); deben, también, bendecirlos (Génesis 48, 15-16; Hebreos 11, 20). Además, deben compadecerlos (Salmos 102, 11-13); exhortarlos y consolarlos (I Tesalonicenses 2, 11); guiarlos correctamente (I Timoteo 3, 4, 12); reprenderlos cuando sea necesario (I Reyes 2, 23-24); corregirlos y castigarlos si así se impone (Deuteronomio 8, 5; Proverbios 3, 12; 13, 24; 19, 18; 22, 15; 23,13-14; Hebreos 12, 7, 9-10); evitar enfadarlos o fastidiarlos (Efesios 6, 4; Colosenses 3, 21); darles lo que necesiten (Proverbios 13, 22; Mateo 7, 9-11; Lucas 11, 11-13; II Corintios 12, 14; I Timoteo 5, 8).

Los padres deben orar por sus hijos, pidiendo sabiduría para ellos, que crezcan espiritualmente y se salven (Génesis 17, 18).

Tienen el deber de ayudarlos en los momentos de tentación (Job 1, 5) y en caso de enfermedad (II Samuel 12, 16); ser buen ejemplo para sus hijos (II Reyes 15, 3) y educarlos desde la juventud (Proverbios 22, 6) en las buenas obras y el amor cristiano, de acuerdo a los Santos Evangelios.

Luego es importante confiarlos a un buen padre espiritual.

(Traducido de: Arhimandrit Ilie Cleopa, Îndrumări duhovnicești pentru vremelnicie și veșnicie. O sinteză a gândirii Părintelui Cleopa în 1670 de capete, Editura Teognost, Cluj-Napoca, 2004, pp. 52-53)