Padre, creo que es imposible que alguien pueda sentir la verdadera felicidad de la vida eterna, sabiendo que sus parientes más queridos están sufriendo en el infierno...

—No, en el Paraíso ya no existe esa clase de sentimientos. Todo eso se te olvidará. Es como lo que ocurre en un examen. Cuando estás por responder, el miedo aún te llena y sientes que hay una aglomeración total de pensamientos en tu cabeza... Pero, una vez empiezas a responder, todos esos miedos se te ovidan.

(Traducido de: Sfântul Ambrozie de la Optina, Filocalia de la Optina, Editura Egumeniţa, Galaţi, 2009, p. 88)