El que es oprimido por los demás se libra de pecar, y en la medida de sus aflicciones encuentra apoyo y auxilio.

Aquel que cree en Cristo, recordando Su recompensa, en la medida de su fe soporta valientemente toda injusticia.

El que ora por los que le hacen mal devasta a los demonios, y el que se opone a los primeros es herido por los segundos.

(Traducido de: Sfântul Cuvios Marcu Pustnicul, Scrieri, Editura Egumeniţa, Galaţi, 2008, p. 186)