“¿Me amas? ¡Cumple Mis mandamientos!”
Todos podemos ver a Dios, si cumplimos Sus mandamientos con amor, si purificamos nuestro corazón, nuestra mente y nuestra alma, de todos esos pecados que hemos ido acumulando en nuestro paso por el desierto de este oscuro mundo.
Me alegró de sobremanera enterarme de lo que dijo San Marcos el Asceta: «El Señor se esconde en Sus mandamientos. Y quien lo busque a Él, lo encontrará a medida que cumpla con esos mandamientos… Él Mismo dijo: “El que guarda Mis mandamientos después de recibirlos, ese es el que me ama. El que me ama a Mí será amado por Mi Padre, y Yo también lo amaré y me manifestaré a él” (Juan 14, 21). ¿Ves, pues, cómo Su revelación se oculta en los mandamientos?» (Filocalia I). Por lo tanto, nos queda suficientemente claro que todos podemos ver a Dios, si cumplimos Sus mandamientos con amor, si purificamos nuestro corazón, nuestra mente y nuestra alma, de todos esos pecados que hemos ido acumulando en nuestro paso por el desierto de este oscuro mundo...
(Traducido de: Înaltpreasfințitul Calinic Argatu, Episcop al Argeşului şi Muscelului, Veşnicia de zi cu zi, Editura Curtea Veche, Bucureşti, 2006, p. 10)