Mi obsequio para Dios
Necesito descubrir y creer que Dios es amor y que quiere mi salvación, mi felicidad y mi alegría, para vivir en y por la felicidad.
Dios no espera de mí lo que no tengo. Dios no necesita de mi amor. Porque Él es Amor. Y Él llena todo de amor. Ciertamente, Dios no espera que aceptemos Su amor. Punto. Y mi obsequio para Él es mi respuesta ante Su amor. Pero Él tampoco necesita mis obsequios. De lo contrario, pensaría que es igual de irascible que yo y que debe ser contentado con algo. Pero el Espíritu no cs eso.
¿Cómo podría perdirme Dios algo que no tengo y cómo podría pedirle yo a otro lo que no tiene? Porque de estas pretenciones es que nacen todos los crímenes.
A nosotros nos falta todo y Dios quiere dárnoslo, quiere ofrecernos en abundancia.
Necesito descubrir y creer que Dios es amor y que quiere mi salvación, mi felicidad y mi alegría, para vivir en y por la felicidad. Por medio de esta fe podré sanar y corregir mi mente, ésa que repite, “¿Lo merezco? ¿No lo merezco?”. El amor de Dios es absoluto y se ofrece gratuitamente, no de acuerdo a nuestros méritos. A nosotros nos corresponde hacernos dignos y trabajar para poderlo recibir y vivir.
(Monahia Siluana Vlad, Uimiri, rostiri, pecetluiri, Doxologia, Iași, 2012)