«Si vuestra justicia no supera con mucho la de los escribas y fariseos, no entraréis en el Reino de los Cielos».

¿Cuál era la característica de los escribas? El conocimiento de la ley, pero sin enforzarse en vivir conforme a ella.

¿Y la característica de los fariseos? La corrección en la conducta exterior, pero sin un cuidado especial por la rectificación de los sentimientos y pensamientos del corazón.

Ambos estados espirituales están condenados a permanecer fuera del Reino de los Cielos. Por lo tanto, que cada uno extraiga de esto la lección que requiera. Aprender la ley evangélica está bien, pero con la condición de ordenar tu vida de acuerdo con el conocimiento que posees. En lo que respecta a tu conducta, procura ser digno, pero que también lo sean tus sentimientos, junto con los estados interiores del corazón. 

(Traducido de: Sfântul Teofan Zăvorâtul, Tâlcuiri din Sfânta Scriptură pentru fiecare zi din an, traducere din limba rusă de Adrian şi Xenia Tănăsescu-Vlas, Editura Sophia, 2011, p. 51)