No hay persona más feliz…
Translation and adaptation:
Vivamos, ante todo, en la profudidad de nuestro espíritu.
Hijos míos, vivamos en silencio, con humildad, espiritualmetnte, de la forma que Dios quiere. Vivamos, ante todo, en la profudidad de nuestro espíritu. Especialmente, en el silencio de la noche. Y entonces experimentaremos todo lo que sentimos durante la Liturgia.
No hay hombre más feliz y con una mirada más luminosa, que aquel que sale de un bello oficio litúrgico y vuelve a su celda para seguir en comunión con Cristo. Y aunque se quede dormido, lo hará pensando en Cristo, o practicando la “Oración de Jesús”.
(Traducido de: Arhimandrit Emilianos Simonopetritul, Tâlcuiri la sfintele slujbe, Editura Sf. Nectarie, pp. 73)
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