¡No nos permitamos caer en la desidia!
Una persona ociosa es una morada perfecta para los espíritus impuros. Piensa en esto, hermano, y sálvate en Cristo.
Dice San Tikón que la pasión de la desidia es una de las más atroces que existen. Entonces, para apartarla, recomiendo lo siguiente:
1) Persevera en la oración y en la práctica de las virtudes, aunque por momentos sientas que no tienes ánimo… Y, viendo tu tesón, el Señor te dará también el valor que necesitas.
2) Diversifica tus actividades: ora un poco, haz algún trabajo manual, lee algo, medita con tu alma sobre la salvación y el perjuicio de las pasiones como la pereza y la indiferencia, etc.
A nadie más se acerca con tanta facilidad el demonio, como al hombre ocioso. En verdad, una persona ociosa es una morada perfecta para los espíritus impuros. Piensa en esto, hermano, y sálvate en Cristo. También ora por mí… ¡No olvides las palabras de San Tikón en contra de la desidia!
(Traducido de: Preasfințitul Ieremia Zăvorâtul, Rețetar duhovnicesc sau Doctorie duhovnicească adunată din lume, Editura Sophia, București, 2013, p. 94)