Nuestro Señor Jesucristo, a la diestra de Dios Padre
«Con esto, el Señor Jesús, después de hablarles, fue elevado al cielo y se sentó a la diestra de Dios.»
El Santo Apóstol y Evangelista Marcos escribe, sobre la Ascención del Señor: «Con esto, el Señor Jesús, después de hablarles, fue elevado al cielo y se sentó a la diestra de Dios.» (Marcos 16, 19). San Lucas, el médico, nos ofrece un relato más detallado sobre este suceso: «Y dicho esto, fue levantado en presencia de ellos, y una nube le ocultó a sus ojos. Estando ellos mirando fijamente al cielo mientras se iba, se les aparecieron dos hombres vestidos de blanco que les dijeron: “Galileos, ¿qué hacéis ahí mirando al cielo? Este que os ha sido llevado, este mismo Jesús, vendrá así tal como le habéis visto subir al cielo.”» (Hechos 1, 9-11; Lucas 24, 51). Vemos que se nos habla de la presencia de los ángeles de Dios, como sucediera en la Anunciación y en la Natividad, tambien cuando nuestro Señor ayunó después de ser bautizado, o en Su agonía en el Jardín de Gentsemaní, y en Su gloriosa Resurrección. Las legiones celestiales siempre han estado al lado de su Señor y los ángeles han podido ser vistos por los hombres cada vez que el Señor lo ha considerado oportuno.
(Traducido de: Sfântul Nicolae Velimirovici, Credinţa poporului lui Dumnezeu, Traducere din limba engleză: Diana Potlog, Editura Sophia, Bucureşti, 2001, p. 31)