Palabras de espiritualidad

Nuestros adversarios nos ofrecen, sin querer, grandes alegrías

    • Foto: Oana Nechifor

      Foto: Oana Nechifor

No sólo debemos soportar al que nos pone a prueba, sin quejarnos, sino que también debemos sentir agradecimiento hacia él, porque nos está ofreciendo la oportunidad de esforzarnos en la humildad, el amor y la paciencia.

Sufran todas las aflicciones con alegría, porque las penas que los otros nos provocan son más dulces que los “jarabes” que nos ofrecen quienes nos aman.

En las Bienaventuranzas, Cristo no dice: “Bienaventurados, cuando los demás los elogien”, sino “Bienaventurados, cuando los injurien” y, sobre todo, “cuando digan con mentira toda clase de mal contra ustedes, por Mi causa”. Luego, cuando las ofensas no tienen un fundamento justo, el que las sufre obtiene recompensa. Pero si tienen una base justa, entonces está pagando sus pecados. Por eso, no sólo debemos soportar al que nos pone a prueba, sin quejarnos, sino que también debemos sentir agradecimiento hacia él, porque nos está ofreciendo la oportunidad de esforzarnos en la humildad, el amor y la paciencia.

(Traducido de: Sfântul Cuvios Paisie Aghioritul, Viața de familie, traducere din limba greacă de Ieroschimonah Ştefan Nuţescu, Editura Evanghelismos, București, 2003, p. 224)