Palabras de espiritualidad

Orar es amar

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

Translation and adaptation:

Si faltaran esos hombres y mujeres de Dios que oran sin cesar, sin duda vendría el fin del mundo.

El anciano José decía«Cuando la Gracia actúa en el alma de quien ora, el amor de Dios lo inunda, y no le queda más que resistir lo que está experimentando. Después, ese mismo amor se vuelve hacia el mundo y hacia los demás, a quienes ama tanto, que llega a pedir cargar con todas las desgracias y sufrimientos humanos, con tal de consolar y ayudar a sus semejantes. En general, ese amor se compadece ante las tentaciones y pruebas que enfrentan los otros, incluso las de los seres irracionales, al punto de llorar al pensar que también ellos sufren. Estas son las características del amor que engendra y suscita la oración. Por tal razón, los grandes hombres de oración no cejan en su intercesión por el mundo. Puede que su oración nos parezca extraña y hasta osada, pero esa misma oración es la que hace que aún haya vida en este mundo. Si faltaran esos hombres y mujeres de Dios que oran sin cesar, sin duda vendría el fin del mundo».

(Traducido de: Andrei Andreicuț, Mai putem trăi frumos? Pledoarie pentru o viaţă morală curată, Editura Reîntregirea, Alba Iulia, 2004, p. 39)