Para dar testimonio de nuestra fe
La conciencia del desamparo y la indefensión que el pecado trae consigo, nos lleva a nuestro Señor y Salvador y lo llama, porque Él vino precisamente para salvar a los pecadores.
La condición para entrar al divino parentesco es la fe en el Señor Jesucristo. Creer en Su Nombre significa dar testimonio, con el corazón, de que Él es el Hijo Unigénito de Dios, y Dios hecho Hombre para nuestra salvación, porque somos pecadores. Además, entender que eres un pecador y que no podrías librarte de la aflicción del pecado sino por medio del Señor Jesucristo.
Quien cree en el Señor Jesucristo, porta en su corazón la siguiente aserción:
“Me he perdido a mí mismo por mis pecados y sólo el poder del Señor podría salvarme, porque Él fue crucificado por mí, dándome vida con Su Gracia”.
La conciencia del desamparo y la indefensión que el pecado trae consigo, nos lleva a nuestro Señor y Salvador y lo llama, porque Él vino precisamente para salvar a los pecadores.
(Traducido de: Sfântul Teofan Zăvorâtul, Cum să trăim creștinește, Editura Sophia, 2009, p. 76)