Para saber distinguir entre el coraje bueno y el coraje malo
La verdadera libertad vive en la humildad, porque se alimenta del amor de Dios y por Dios.
Hay un coraje bueno y uno malo. El bueno es ese que confía en la misericordia de Dios. El malo es el atrevimiento de desafiar los mandamientos de Dios, de no humillarse, de no obedecer las disposiciones de la comunidad (monástica), de infringir las normas del buen entendimiento entre las personas. Se trata de una audacia atada a la desvergüenza. Parece un acto de libertad, pero no lo es. La verdadera libertad vive en la humildad, porque se alimenta del amor de Dios y por Dios. Entre Dios y el humilde hay una relación íntima de amor en libertad. El atrevido, el insolente, al contrario, es empujado al arrojo por una pasión estimulada por el desenfreno o el orgullo.”
(Traducido de: Părintele Dumitru Stăniloae, nota 430 la Varsanufie şi Ioan, Scrisori duhovniceşti, în Filocalia XI, Editura Humanitas, Bucureşti, 2009, p. 252)