Para tener una fe activa
San Marcos el Asceta atrae nuestra atención al hecho de que el conocimiento solo, como dice el Santo Apóstol Pablo, envanece al hombre. Por su parte, el cumplimiento de la Palabra sí que da frutos.
San Isaac el Sirio dice: “Hogar de la fe es una mente de niño y un corazón puro”. Y, sin duda, San Isaac el Sirio tenía de dónde saber que la fe se fortalece en un corazón puro, porque seguramente había leído en el Evangelio las palabras de Nuestro Señor Jesucristo, cuando dijo que, quien tiene el corazón puro y bueno, da frutos por la paciencia.
Muchos de nuestros fieles se dejan tentar por esos pensamientos que les dicen que podrían avanzar en la fe y crecer en una vida pura, en una vida extraordinaria, si conocieran mucho, si supieran mucho. San Marcos el Asceta, no obstante, atrae nuestra atención al hecho de que el conocimiento solo, como dice el Santo Apóstol Pablo, envanece al hombre. Por su parte, el cumplimiento de la Palabra sí que da frutos. Una fe inactiva, “el conocimiento solo envanece al hombre, instándolo a la pasividad. Por su parte, el amor construye, exhortando al hombre a ser paciente en todo”. La fe sin la cultura puede existir; puede haber cultura sin fe, también. Pero una fe sin cultura es mucho mejor que una cultura sin fe.
(Traducido de: Arhimandritul Teofil Părăian, Veniți de luați bucurie, Editura Teognost, Cluj-Napoca, 2001, pp. 44-45)