Palabras de espiritualidad

Piedad, no odio

    • Foto: Oana Nechifor

      Foto: Oana Nechifor

También nosotros somos objeto de las burlas de los demonios. Entonces ¿por qué odiar a nuestro semejante, quien, al igual que nosotros, ha sido engañado por ellos?

No odies al pecador, porque todos sin excepción tenemos alguna culpa. Y si sientes que es por Dios que te enciendes en contra del que ha pecado, mejor llora por él. Pero, ¿para qué odiarlo? Odia el pecado que hay en él, pero sigue orando por la persona, para asemejarte a Cristo, Quien no se enfurece contra los pecadores, sino que ora por ellos. ¿Has olvidado cómo lloró por Jerusalén? También nosotros somos objeto de las burlas de los demonios. Entonces, ¿por qué odiar a nuestro semejante, quien, al igual que nosotros, ha sido engañado por ellos? ¿Para qué, hermano, odiar al pecador? ¿Porque, según tu punto de vista, no es un justo? ¿Pero en dónde está tu justicia, si no tienes amor? ¿Por qué mejor no lloras por él? Mas lo que haces es despreciarlo... Hay muchos que, por ignorantes, se enfurecen, creyendo que se comportan de forma racional con los pecadores.

(Traducido de: Sfântul Isaac Sirul, Cuvinte despre nevoinţă, Editura Bunavestire, 1997, p. 227)