¡Piensa bien antes de maldecir a alguien!
No en vano dice la Santa Escritura: “Maldito sea el que te maldiga” (Génesis 27, 29).
¿Es un pecado grave maldecir?
—Maldecir es un pecado muy grave, un pecado mortal. No en vano dice la Santa Escritura: “Maldito sea el que te maldiga” (Génesis 27, 29). Aquel a quien maldigas buscará ser librado de culpa en el Día del Juicio, porque, por ti, no habrá podido salvarse, y tú te harás responsable de su salvación. En verdad, las almas de aquellos a quienes maldigas: ladrones, malhechores, hechiceros, etc., cuando mueran, se defenderán así: “Señor, yo hubiera renunciado al pecado y me hubiera arrepentido, pero este siervo tuyo me ató con su maldición. Fue por él que no tuve tiempo para arrepentirme y no pude salvar mi alma. ¡Que él pague por mí!”. Entonces, serás juzgado como el asesino de cada una de esas almas, porque, al haberlas maldecido, las ataste y les arrebataste el tiempo que necesitaban para arrepentirse.
(Traducido de: Arhimandritul Ilarion Argatu, 445 Răspunsuri duhovnicești la întrebările credincioșilor, Editura Mila Creștină, Fălticeni, 2005, p.37)