¿Por qué Dios te deja gritar de dolor?
Porque te ama. Si permites que tus oídos pongan atención al silencio que hay en los ojos de Su ícono, escucharás que Él conoce el dolor que siente, junto a tí, en Su propio cuerpo. Sólo que no toma la misma actitud que tú, frente a ese dolor.
Porque te ama. Si permites que tus oídos pongan atención al silencio que hay en los ojos de Su ícono, escucharás que Él conoce el dolor que siente, junto a tí, en Su propio cuerpo. Sólo que no toma la misma actitud que tú, frente a ese dolor. ¡Él siente piedad por tí, mas tú no lo haces! Él, por amor y por misericordia, vino a nosotros, viene a tí, para demostrarte directamente que tu dolor puede ser vivido de otra manera, sin rebelarte, sin acusar y sin culpar a los otros, a tí mismo o a Él. Tú, que eres implacable contigo mismo, debido a que quieres que las cosas sean como tú lo deseas, eliges siempre esas salidas que más avivan el sufrimiento, oscurecen la mente y envenenan la vida. ¡Si dejas de lamentarte, si te presentas frente a Él y decides asumir Su actitud frente al dolor, todo cambiará!
(Traducido de: Monahia Siluana Vlad, Gânduri din încredinţare, Editura Doxologia, Iaşi 2012, p. 46)