¿Por qué envía Dios las enfermedades?
Cierto es que hay enfermedades que nos purifican de nuestros pecados, y también hay otras que nos ayudan a hacernos humildes.
Cuando veamos a alguno que verdaderamente sigue a Cristo, sometido a los dolores del cuerpo, no nos apresuremos en pensar que se trata de un castigo por sus pecados, sino que ayudémosle a sanar, ofreciéndole nuestro amor simple y desinteresado, como si se tratara de un miembro nuestro y alguien que lucha a nuestro lado.
Cierto es que hay enfermedades que nos purifican de nuestros pecados, y también hay otras que nos ayudan a hacernos humildes. Nuestro Bondadosísimo y Compasivo Señor y Soberano, cuando ve que hay algunos más negligentes en el esfuerzo, les envía alguna enfermedad para hacerlos humildes, como si ejecutaran un esfuerzo diferente. Pero hay veces en las que la enfermedad tiene también el propósito de limpiar el alma de todo mal pensamiento, o de sus pasiones.
(Traducido de: Sfântul Ioan Scărarul, Scara dumnezeiescului urcuș, traducere, introducere şi note de Pr. Prof. Dumitru Stăniloae, în „Filocalia”, vol. IX, Editura Institutului Biblic și de Misiune al Bisericii Ortodoxe Române, Bucureşti, 1980, p. 330)