¿Por qué nos cansamos al orar?
Recordemos a los estilitas. Eran capaces de permanecer años enteros subidos a una columna, en espíritu de oración, sometiendo a su propio cuerpo, ese que, al igual que el nuestro, les incitaba al descanso.
He escuchado a muchos decir que se cansan rápidamente al orar.
¿Por qué? Porque no sienten que Dios está realmente ante los ojos de su mente.
Entonces, veámoslo sin cesar con los ojos de nuestra mente y nuestro corazón; sólo así podremos podremos permanecer en oración toda la noche, sin apenas cansarnos. ¿Dije toda la noche? ¡Seremos capaces de permanecer tres días y tres noches en oración, sin experimentar fatiga alguna!
Recordemos a los estilitas. Eran capaces de permanecer años enteros subidos a una columna, en espíritu de oración, sometiendo a su propio cuerpo, ese que, al igual que el nuestro, les incitaba al descanso. ¡Pero a nosotros nos parecen eternas algunas pocas horas de oración, a veces hasta una sola hora!
(Traducido de: Sfântul Ioan din Kronstadt, Viaţa mea în Hristos, Ed. Sophia, Bucureşti, 2005, pp. 111-112)