Palabras de espiritualidad

¡Protege tu corazón con todo cuidado!

    • Foto: Oana Nechifor

      Foto: Oana Nechifor

Translation and adaptation:

Si utilizamos la mente cual guardián en las puertas de nuestro corazón, protegiéndolo con toda atención y en el temor de Dios, llegará a hacerse fuente de la vida eterna. Pero si no hacemos esto, nuestro corazón se hará fuente, pero de muerte.

Ya que el corazón es el centro de todo lo bueno y todo lo malo, debemos, necesariamente, esforzarnos enormemente en cuidarlo, de acuerdo al mandamiento de las Sagradas Escrituras, que dice: Primero que nada, vigila tu corazón, por que en él está la fuente de la vida. (Proverbios 4, 23).

Si utilizamos la mente cual guardián en las puertas de nuestro corazón, protegiéndolo con toda atención y en el temor de Dios, llegará a hacerse fuente de la vida eterna. Pero si no hacemos esto, nuestro corazón se hará fuente, pero de muerte. Porque, de acuerdo al testimonio del Señor, hemos visto que del corazón brota todo mal, es decir, todos los pecados y vicios que constituyen “hechos muertos” y “agujas de la muerte” (I Corintios 15, 56; Romanos 6, 2; 10, 11; Colosenses 2, 20; Hebreos 9, 14).

El mejor recurso para proteger nuestra mente y nuestro corazón de todo pensamiento errado y de vicios que comprometan nuestra alma, naciendo del corazón, es la oración de la mente y del corazón, o mejor dicho, la oración pensante del corazón, con la que alcanzaron la salvación y se santificaron incontables Piadosos Padres y cristanos deseosos de redimirse, no sólo en tiempos remotos, sino también en épocas recientes.

(Traducido de: Traducido de: Arhimandrit Ilie Cleopa, Urcuș spre Înviere, Editura Mitropoliei Moldovei și Bucovinei, Iași, 1992, p. 217)

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