Padre, ¿los demonios pueden leer nuestros pensamientos?

—No, no pueden, pero podrían conocerlos. Cuando nos sugieren algo, nos observan detenidamente, adivinando nuestra reacción —lo que pensamos ante lo que ellos nos proponen—, y actúan en consecuencia. Si aceptamos inmediatamente su sugerencia, nos atrapan, porque ya saben cómo pensamos y les facilitamos que nos vuelvan a atacar por el mismo flanco. Los demonios tienen una gran experiencia... Ellos notan al instante qué pecado puede derribar a cada persona. Por eso, el hombre que no habla mucho de sí mismo y no evidencia su forma de ser, no es tan vulnerable a los embistes del mal. Los demonios no saben qué piensa y cómo tentarlo.

(Traducido de. Îndrumar creştin pentru vremurile de azi. Convorbiri cu Părintele Ambrozie, volumul I, Editura Sophia, București, 2008, p. 8)