¿Qué consuelo obtenían los Padres por medio del esfuerzo?
Todos ellos respiraban a Dios con el alma, contemplándolo cual inocentes niños, pero manteniendo el ojo de la mente en vigilia y atento a las acechanzas de los demonios y las pasiones.
“En aquel lugar conocí hombres que vivían en obediencia desde hacía unos cincuenta años. Entonces, les pedí que me explicaran el consuelo que encontraban entre tanto esfuerzo. Algunos de ellos me dijeron que habían encontrado lo profundo (el abismo) de la humildad, que aparta toda lucha. Otros me dijeron que habían alcanzado una perfecta insensibilización y ausencia de dolor ante las murmuraciones y las ofensas. También vi a otros, muy viejos y con rostros como de ángeles, después de haber alcanzado la ausencia de maldad y la simplicidad espiritual, pero fuertes en la voluntad. A ninguno vi que le faltara el juicio o que fuera un necio, como esos ancianos del mundo a quienes todos consideran seniles. No, todos los que conocí eran afables, luminosos, sinceros y simples, con nada falso, ni en sus palabras, ni en sus actitudes. Todos ellos respiraban a Dios con el alma, contemplándolo cual inocentes niños, pero manteniendo el ojo de la mente en vigilia y atento a las acechanzas de los demonios y las pasiones.”
(Traducido de: Sfântul Ioan Scărarul, Filocalia 9)