«Nosotros entendemos bien la turbación de tu alma, de cierto modo surgida con ocasión de la conferencia sobre el trabajo misionero del cristiano, etc. Pero debes saber que ese sentimiento no es normal, porque al empezar cualquier actividad con el propósito de agradarle a Dios, tienes que esperar que pronto aparezcan las tentaciones del maligno, quien intentará desorientarte de cualquier manera, incluso valiéndose de los métodos más infames».

(Traducido de: Ne vorbește părintele Serafim Rose - Scrisori, traducere de Ștefan Francisco Voronca, Editura Egumenița, Galați, 2003, p. 95)