¿Qué hace falta para poder salvarnos?
Del mismo modo en que no es posible que llueva donde no hay nubes, tampoco el hombre puede hacerse agradable a Dios y salvarse, si no tiene una conciencia pura y si no practica las virtudes.
No seas presuntuoso ni ames a los ricos, pero tampoco los odies. Lo mejor es que no tengas asuntos con ellos, especialmente con los desalmados, los codiciosos y los tacaños.
Tienes que matar cualquier inclinación al pecado, confiando todo a Dios y convirtiéndote en una ofrenda viva para Él.
Tal como el fuego no puede subsistir en el agua, tampoco el pensamiento impuro es capaz de pervivir en un corazón recto, porque todo aquel que es amante de Dios, amante de la justicia y amante de las virtudes, entra en comunión con Él, y el demonio no puede acercársele.
La semilla no puede crecer si le falta el agua y la tierra, y el hombre no puede salvarse sin el esfuerzo denodado y voluntario.
Del mismo modo en que no es posible que llueva donde no hay nubes, tampoco el hombre puede hacerse agradable a Dios y salvarse, si no tiene una conciencia pura y si no practica las virtudes.
(Traducido de. Sfântul Teofan Zăvorâtul, Patericul Lavrei Sfântului Sava, Editura Egumenița, 2010, pp. 150-151)