¿Qué hacer cuando sentimos que tenemos un corazón de piedra?
¡Cuando nos mostramos simples y normales ante el Señor, Él viene y nos llena de Su gracia, haciéndonos simples y normales, de manera que podemos ejecutar todas nuestras labores junto a Él y le agradecemos, le pedimos perdón, alabándolo y exaltándolo!
El sufrimiento que se vive junto a Cristo Señor puede transformar un corazón de piedra en uno acogedor, pero, sin Cristo, ¡éste se puede herir y romper! Es necesario que la mente rechace toda desesperanza y que el corazón ayude a bendecir y a creer en las promesas del Señor.
¡Necesitamos un corazón cálido y una mente lúcida! El sufrimiento es también un nacer cuando es vivido de tal manera. ¡De lo contrario, se convierte en muerte! (...)
¡Cuando nos mostramos ante el Señor, simples y normales, Él viene y nos llena de Su gracia, haciéndonos simples y normales, de manera que realizamos todas nuestras labores junto a Él y le agradecemos, le pedimos perdón, alabándolo y exaltándolo!
Simple, ¿no es así?
(Traducido de: Monahia Siluana Vlad, Uimiri, rostiri, pecetluiri, Editura Doxologia, Iași, 2012, pp. 60-61)