Palabras de espiritualidad

¡Que nuestra alma respire la oración!

    • Foto: Oana Nechifor

      Foto: Oana Nechifor

Se nos olvida que nuestro paso por este mundo es pasajero y que tenemos que mantenernos en una oración incesante, porque la oración es la respiración del alma.

Una vez quebrantamos algo, nuestra mente no nos deja en paz. Cuando esto suceda, tenemos que pedirle al Señor que nos enseñe cómo aferrarnos con todo el corazón y todo nuestro ser a Él. Se nos olvida que nuestro paso por este mundo es pasajero y que tenemos que mantenernos en una oración incesante, porque la oración es la respiración del alma.

La oración es abrevarnos con la energía que proviene del manantial de la vida, el Señor, y el Señor es padre y madre para nosotros. ¡El Señor todo lo cubre y todo lo protege!

(Traducido de: Starețul Tadei de la Mănăstirea Vitovnița, Pace și bucurie în Duhul Sfânt, Editura Predania, București, 2010, p. 142)