Palabras de espiritualidad

¿Qué puedo hacer si siento que se debilita mi fe?

  • Foto. Silviu Cluci

    Foto. Silviu Cluci

Translation and adaptation:

Si luchamos, la Gracia de Dios nos ayuda. Pero esta lucha dura toda la vida, porque es como una tentación permanente.

«Si te hallas en un estado de extenuación interior, seguramente tu fe se está debilitando. ¡No lo permitas! Incluso los santos tuvieron una vida de oscilaciones, con subidas y bajadas. Porque a veces la Gracia se aparta de ti. Así, para que no caigas en el orgullo, no digas: “¡Qué alto he llegado!”. A veces la Gracia se aparta de ti para hacerte humilde. Pero no debes perder la fe. Debes mantenerte siempre presente. Porque tu simple oración no resuelve muchas cosas, sino que es la Gracia de Dios la que lo hace, ya que insistentemente pides el auxilio divino. El problema es que a veces viene el maligno para intentar infiltrarse en tu mente. No te asustes, pero ten la certeza de que difícilmente te dejará en paz. Dios sabe lo que quieres, así que no debes asustarte, sino seguir orando. Si dices: “¡Señor Jesucristo, Hijo de Dios, ten piedad de mí, pecador!”, asustas al demonio. ¿Por qué? Porque estás invocando el poder de un Nombre que él no puede sufrir. ¿Ves? El problema es, entonces, tu carencia de una vida interior y verdadera, pero no racional. ¡Todo esto tendrías que entenderlo por ti mismo!

Y, en lo que respecta esa oscilación que mencioné, visible también en los santos, recuerda que el Apóstol San Pablo dice: “Acordaos de vuestros dirigentes, que os anunciaron la Palabra de Dios y, considerando el final de su vida, imitad su fe” (Hebreos 13, 7). Es decir que al final de su vida alcanzaron la perfección, obteniendo el don de hablar con fuerza e integridad. Luego, si luchamos, la Gracia de Dios nos ayuda. Pero esta lucha dura toda la vida, porque es como una tentación permanente».

(Traducido de: Arhimandritul Arsenie PapaciocCuvânt despre bucuria duhovnicească, Editura Eikon, Cluj-Napoca, 2003,  pp. 201-202)