Palabras de espiritualidad

¡Que tu vientre no sea tu señor!

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

La variedad de alimentos llena el estómago y provoca apetito, pero también causa pesadez e hinchazón en el cuerpo. 

Cuando la persona no sabe contenerse, acarrea consigo alacenas enteras. Al contrario, si sabe abstenerse y come sólo lo que le es necesario, su organismo utilizará todas las sustancias nutritivas y su cuerpo no acumulará nada. Cierto es que la variedad de alimentos llena el estómago y provoca apetito, pero también causa pesadez e hinchazón en el cuerpo. Si la comida que se sirve no es gustosa, probablemente nadie quiera comer tan siquiera una porción completa. Pero si se trata de un alimento apetitoso, es sencillo engolosinarse y comer más de la cuenta. Si en la mesa hay pescado, sopa, patatas, quesos, huevos, ensalada, frutas y pasteles, es fácil desear comérselo todo. El apetito te domina, incitándote a servirte una y otra vez.

(Traducido de: Cuviosul Paisie Aghioritul, Viața de familie, traducere din limba greacă de Ieroschimonah Ştefan Nuţescu, Editura Evanghelismos, București, 2003, pp. 201-202)