Palabras de espiritualidad

Recomendaciones para la rutina del cristiano

    • Foto: Oana Nechifor

      Foto: Oana Nechifor

“No hace mucho me preguntabas si la destreza es algo necesario en las cosas espirituales. Claro que sí”.

«El monacato también recibe el nombre de “el arte de las artes”.  No hace mucho me preguntabas si la destreza es algo necesario en las cosas espirituales. Claro que sí. Estás aprendiendo el arte más grande… luego, ¿cómo no habría de ser necesaria la destreza? Lee a San Nicodemo el Hagiorita, la Filocalia, el “Peregrino ruso” y a todos los Padres del desierto, y verás que todos hablan del método, es decir, de la destreza, la maestría.

Tú todavía estás recibiendo tu primera lección. Te lo repito y recalco: sabiendo que cada noche vuelves muy cansado, come, lee las “Completas” y el “Acatisto de la Anunciación”. Después, repite la “Oración de Jesús” cuantas veces puedas, hasta quedarte dormido. Acuéstate lo más temprano posible y levántate cuando sientas que has descansado lo suficiente. Algunos necesitan solamente cinco horas de sueño, otros, siete. Tú duerme cuanto consideres necesario, y al levantarte haz tus oraciones y tu canon. Si te queda algo de tiempo, lee un poco el Nuevo Testamento, el Salterio y cualquier otra cosa que te sea de beneficio. Si, con todo, te atrae la oración, no la dejes, y sigue haciéndola hasta que te vayas a trabajar. Cuando trabajes, en la medida de lo posible, repite también la oración con tu mente o susurrando, solamente si tus actividades no requieren que hables.

Cuando puedas, ven a visitarnos. Intenta poner en práctica todo lo que te he dicho, y espero en Dios que pronto podremos hablar frente a frente de todas tus demás inquietudes.

Termino aquí esta misiva, deseándote el bien en todo lo que hagas».

(Traducido de: Monahul Iosif DionisiatulStarețul Haralambie – Dascălul rugăciunii minții, traducere și editare de Ieroschimonah Ștefan Nuțescu, Editura Evanghelismos, București, 2005, pp. 213-214)