Remedio para la ociosidad, de la farmacia de San Tikón
A nadie se acerca más fácilmente el maligno, que al que está ocioso.
“Es terrible el vicio de la desidia”, dice San Tikón. Para alejarlo, él aconseja lo siguiente:
“1) Esfuérzate en la oración y en toda buena acción, aunque no tengas ganas de ello. Viendo tu esfuerzo y perseverancia, el Señor te dará valor; 2) Cambia de actividad: ora, trabaja algo con tus manos, lee, medita sobre tu salvación y sobre la vergüenza de la pereza y de la desidia. A nadie se acerca más fácilmente el maligno, que al que está ocioso. El perezoso es, ciertamente, la morada favorita del astuto. ¡Medita lo que te acabo de decir y sálvate en Cristo! ¡Ora también por mí!”.
Tales son las guías de San Tikón en contra de la desidia.
(Traducido de: Preasfințitul Ieremia Zăvorâtul, Rețetar duhovnicesc sau Doctorie duhovnicească adunată din lume, Editura Sophia, București, 2013, p. 94)