¡Salvemos la alegría!
¡En lo profundo del conocimiento divino, Jesús nos llama todavía al banquete de la alegría, aquí en la tierra y en los cielos!
¡En lo profundo del conocimiento divino, Jesús nos llama todavía al banquete de la alegría, aquí en la tierra y en los cielos! Él nos dio el mandato eterno de alegrarnos con todo el corazón, con toda el alma y con toda nuestra mente. Alejemos toda crispación, todo enojo y obstinación, toda exasperación y esas miradas iracundas que cortan como espadas afiladas. ¡Él, Jesús, nos ordenó no sólo alegrarnos, sino hacerlo sin temor! ¡Tengamos valor en nuestra felicidad, fortalezcámonos cada día que pasa y no temamos! ¡Salvemos la alegría! ¡Entronicémosla en nuestro corazón! ¡En nuestra casa! ¡En nuestra vida!
(Traducido de: PS Calinic Argatu, episcop al Argeşului şi Muscelului, Veşnicia de zi cu zi, Editura Curtea Veche, Bucureşti, 2006, p. 19)