Palabras de espiritualidad

¡Seamos la prueba de la presencia de Dios en el mundo!

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

Esforcémonos en ser la misma presencia de Cristo en un mundo que Él vino a redimir, a salvar, un mundo a donde fuimos enviados, así como el Padre lo envió a Él.

Podemos comenzar nuestra vida cristiana de una forma muy sencilla. En primer lugar, debemos empezar con la fe; en otras palabras, con la certeza que, si es cierto que somos —individualmente o en comunidad— miembros del Cuerpo de Cristo, todo lo que se confirme sobre Cristo puede confirmarse también sobre nosotros mismos. Cristo nos confió que, por medio de Su poder y el del Espíritu Santo, podremos hacer todo lo que Él hizo, y aún más.

Así, debemos iniciar seguros de que podemos experimentar, en este mundo, en la situación y en las condiciones en que estamos, una vida que es obra de Dios.

Esforcémonos en ser la misma presencia de Cristo en un mundo que Él vino a redimir, a salvar, un mundo a donde fuimos enviados, así como el Padre lo envió a Él.

(Traducido de: Mitropolitul Antonie de Suroj, Făcând din viață rugăciune, Editura Sophia, București, 2014, p. 122)