Seis razones por las que encendemos velas en la iglesia
Así como las velas son fabricadas con el polen de las flores, adquiriendo su dulce aroma, de la misma manera nuestras almas deberían tener el dulce perfume de la gracia divina.
Una de las primeras cosas que el visitante observa al entrar en una iglesia ortodoxa, son las candelas que los fieles encienden frente a los íconos. Alguno podría preguntar cuál es la razón para encender velas en la iglesia, al orar.
En este sentido, y porque las candelas pueden servirnos como modelo espiritual, San Simeón de Tesalónica (1381-1429) explica, en seis puntos, por qué debemos habituarnos a encenderlas en la iglesia:
1. Así como la vela es pura (se hace con cera pura), así también nuestro corazón debería ser puro.
2. Así como la cera pura es maleable (a diferencia de las candelas hechas de parafina), de igual manera nuestra alma debería ser maleable, hasta enderezarse y solidificarse en las enseñanzas de los Santos Evangelios.
3. Así como las candelas son fabricadas con el polen de las flores, adquiriendo su dulce aroma, así también nuestra alma debería tener el dulce perfume de la gracia divina.
4. Así como la veladora, al arder, se derrite para alimentar su llama, de igual forma debemos luchar para alcanzar la unión con Dios.
5. Así como la veladora, ardiendo, alumbra la oscuridad, de igual forma la luz de Cristo que llevamos dentro, debe iluminar a los demás, para que glorifiquen el nombre de Dios.
6. Así como la candela ofrece su propia luz para alumbrar la oscuridad del hombre, de igual manera, la luz de las virtudes, del amor y de la paz debe caracterizar al cristiano.
Y la cera que se derrite simboliza el calor de nuestro amor hacia el prójimo.
¡Oremos por que la luz de Cristo nos ilumine a todos!