Sí, Dios es amor
El hecho de que muchos se pierdan no significa que tal haya sido la voluntad de Dios para el hombre. No. “Dios es amor” (I Juan 4, 8).
Muchos se preguntan: ¿Por qué nos creó Dios para sufrir en este mundo diversas enfermedades, tristezas, desgracias, adversidades y fracasos; por las pasiones en nuestro interior, por causa de los hombres malos de fuera, por la envidia de los semejantes, por el odio de los enemigos?
Ante todo, hay algo que tiene que quedarnos claro: Dios no nos creó para el dolor, sino para la alegría. ¿Dónde vemos por primera vez al ser humano? ¡En el Paraíso! Según el testimonio de la Sagrada Escritura, y de modo especial del Nuevo Testamento, el hombre está destinado al Paraíso y no al infierno. El hecho de que muchos se pierdan no significa que tal haya sido la voluntad de Dios para el hombre. No. “Dios es amor” (I Juan 4, 8).
(Traducido de: Arhimandritul Serafim Alexiev, Viaţa duhovnicească a creştinului ortodox, traducere din limba bulgară de Valentin-Petre Lică, Editura Predania, Bucureşti, 2010, p. 217)
