La mayoría de nosotros tiene la impresión de que hoy en día somos libres. Pero ¿es eso cierto? Desde luego, no tenemos que cargar sobre nuestros hombros a los soberanos de antes, pero seguimos siendo siervos, en mayor o menor medida, de nuestras pasiones. Cuando una persona se sienta a ver la televisión, luego de unos minutos, exclama: “¡Mañana mismo iré a comprar ese producto que mostraron en el anuncio!”, aunque se trate de algo que no necesita. ¿Es eso la libertad?  O pensemos en una mujer que, viendo un programa cualquiera, en el que los protagonistas cambian de vestuario constantemente, dice: “¡No puedo llevar el mismo vestido si me invitan a otra boda!”.  ¿Es eso ser libre? ¿A eso se le puede llamar libertad? ¿Creemos, teóricamente, “en un solo Dios, Padre Todopoderoso”, aunque, en la práctica, no somos más que unos idólatras?  Nos postramos ante los ídolos modernos, llámense moda, consumismo, riqueza u otras personas.

(Traducido de: Arhimandrit Epifanie Theodoropulos, Toată viața noastră lui Hristos Dumnezeu să o dăm, Editura Predania, București, 2010, pp. 22-23)