Sin la voluntad de Dios el matrimonio no tiene lugar
Si se llega al matrimonio, es que Dios está de acuerdo con él, sea porque tal enlace le es agradable o porque simplemente lo acepta.
Si Dios no quiere que dos jóvenes se casen, su matrimonio no tendrá lugar. Algo sucederá, pero el matrimonio no llegará a realizarse: puede que uno de los novios muera o que simplemente dejen de entenderse y mejor se separen... Pero si se llega al matrimonio, es que Dios está de acuerdo con él, sea porque tal enlace le es agradable o porque simplemente lo acepta.
Por eso, conscientes de lo que acabo de mencionar, los esposos deben tolerarse y ser indulgentes el uno con el otro. Cada noche deben conversar sobre todo lo que vivieron en el día, explicándose con detalles, para que no surja el más pequeño malentendido.
(Traducido de: Mărturie athonită în România. Pelerinajul Părintelui Arhimandrit Efrem Octombrie 2002. Omilii, sinaxe, conferinţe, Editura Sfânta Mânăstire Vatopedi, Muntele Athos, 2004, pp. 172-173)