También hay una muerte espiritual
El hombre jamás muere con el alma, sino solamente con el cuerpo. Y es que el alma fue creada inmortal por Dios, sin importar si va a dar al Cielo o al infierno, según hayan sido sus actos en vida.
Por “muerte” entendemos dos cosas: la muerte física, que es la separación del alma del cuerpo, y la muerte espiritual, que es el quebrantamiento de los mandamientos de Dios, que mata al cuerpo y el alma del pecador. Sin embargo, es importante recalcar que el hombre jamás muere con el alma, sino solamente con el cuerpo. Y es que el alma fue creada inmortal por Dios, sin importar si va a dar al Cielo o al infierno, según hayan sido sus actos en vida. La muerte del alma es el pecado, como dice: “La retribución del pecado es la muerte” (I Corintios 15, 56; Ezequiel 18, 4, 20; Romanos 1, 32; 6, 16, etc).
(Traducido de: Ne vorbește Părintele Cleopa 5, Ediția a II-a îngrijită de Arhimandrit Ioanichie Bălan, Editura Mănăstirea Sihăstria, Vânători-Neamț, 2004, p. 76)