Palabras de espiritualidad

Toda prohibición debe ser explicada a nuestros hijos

  • Foto: Ioana Stoian

    Foto: Ioana Stoian

Al llegar la adolescencia y sus conflictos, debemos flexibilizar esas restricciones.

Hablando de la relación entre padres y adolescentes, es inevitable mencionar las famosas “prohibiciones”. Nuestras enseñanzas y consejos suelen ser motivo de choque, usualmente entre papá e hijo. Con todo, cualquier padre sensato entiende que no es posible educar sin también prohibir. Y es que somos responsables, ante Dios, por nuestros hijos y su salud física y espiritual.

Al llegar la adolescencia y sus conflictos, debemos flexibilizar esas restricciones. Prohibir expresamente algo debe ser un recurso utilizado sólo cuando vemos que nuestro hijo o hija se halla en peligro.

Si, al contrario, confeccionamos una lista entera de prohibiciones, cada una de ellas irá perdiendo su valor. Los adolescentes deben sentir que sus padres no les limitan su libertad y que cada interdicción es realmente necesaria. Por eso, cada vez que les prohibimos algo debemos explicarles por qué lo hacemos.

(Cum să ne purtăm cu fiica adolescentă – Sfaturi pentru părinţi, traducere din limba rusă de Gheorghiţă Ciocioi, Editura de Suflet, Bucureşti, pp. 107-108)