¿Sabemos cuántas leyes de la naturaleza son tomadas en cuenta en la formación del hielo, en el invierno? ¡En el riachuelo más insignificante, en el charco más pequeño, se repite, formalmente, lo que sucedió alguna vez con las grandes montañas y en la formación de los despeñaderos que hay entre ellas, a los cuales uno no puede ver sin sentir admiración y estremecimiento!

Basta con esto —y con muchas cosas más, parecidas a estas— para dar certidumbre a cualquier persona de que el áspero y pesado vestido que el invierno, con su venida, arroja sobre las espaldas de la tierra para proteger del rigor del hielo y la muerte a lo que fue confiado a su seno, aunque pareciera formarse al azar, siempre es tejida por una mano suficientemente experta, según un modelo y un aspecto determinado con anterioridad, en conformidad con la medida necesaria y con todos los atavíos posibles.

(Traducido de: Sfântul Inochentie al Odessei, Înțelepciunea dumnezeiască și rosturile naturii, traducere de patriarhul Nicodim Munteanu, Editura Sophia, București, 2012, p. 83)