Palabras de espiritualidad

Todos quieren la paz, pero no la alcanzan. ¿Por qué?

  • Foto: Benedict Both

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Translation and adaptation:

El alma que se abandona a la voluntad de Dios es capaz de soportar con facilidad cualquier tristeza, cualquier enfermedad, porque, aún en el dolor, orará y verá a Dios.

Todos quieren la paz, pero no saben cómo alcanzarla. San Paisos el Grande se enfadó un día, y le pidió a Dios que lo librara de la ira. El Señor se le apareció y le dijo: “Si no quieres volver a caer en la ira, Paisos, no desees nada, no juzgues a nadie, no odies a nadie. Solo así no volverás a enfurecerte”. Entonces, si el hombre anula su voluntad ante Dios y ante los demás, podrá conservar la paz en su alma. Por el contrario, aquel que guste de hacer siempre lo que le apetece jamás podrá tener paz en su interior.

El alma que se abandona a la voluntad de Dios es capaz de soportar con facilidad cualquier tristeza, cualquier enfermedad, porque, aún en el dolor, orará y verá a Dios: “Señor, Tú conoces mi enfermedad. Sabes bien que soy débil y pecador. ¡Ayúdame a soportar este dolor y a agradecerte por Tu bondad!”. Y entonces el Señor consuela al alma y esta siente la ayuda divina, para después presentarse ante Él con alegría y gratitud.

(Traducido de: Sfântul Siluan Athonitul, Între iadul deznădejdii și iadul smereniei, Editura Deisis, 2001, p. 94)