¡Trabaja cada día, con fe, sin temor!
Invocando siempre Su grande y estremecedor Nombre en oraciones y cánticos, trabaja, siembra y edifica en la tierra, fortalecido con el poder de la fe en Dios.
Invocando siempre Su grande y estremecedor Nombre en oraciones y cánticos, trabaja, siembra y edifica en la tierra, fortalecido con el poder de la fe en Dios. Trabaja sin temor, día sí y día también, a excepción de esos días en los que trabajar está vedado por las disposiciones de los Santos Padres. Porque en esos días lo debido es exaltar sabiamente a nuestro Rey, al Dador de todo bien. Porque a Él debemos toda gloria, honra y poder, a Él, que es la Única Luz trina.
(Traducido de: Sfântul Maxim Grecul, Viața și cuvinte de folos, traducere de Florentina Cristea, Editura Bunavestire, Galați, 2002, p. 55)